El humedal de Córdoba está conformado por tres sectores como resultado del paso de dos avenidas principales: la Suba y la 127. Estas dos avenidas se hicieron sin consideración con el humedal fragmentándolo y desconectando su cauce natural. Son dos sectores de gran tamaño en los que la dinámica natural del humedal sigue su curso con mejores perspectivas, a diferencia del sector 1 que por su reducido tamaño y, por el impacto urbano, es el de menor potencial ecológico. Esta fragmentación, además, hace más difícil su protección y dificulta el tránsito de la fauna entre sectores.
La avenida Boyacá por su parte, rompió la conectividad que tenía del humedal con los cerros de Suba, impidiendo el intercambio de agua por escorrentía y el tránsito de fauna silvestre.