Por: Luis Jorge Vargas. Septiembre 29 de 2014.
Los cambios más favorables registrados estuvieron directamente relacionados con la recuperación de los números poblacionales y distribución dentro del área protegida de especies que estaban a punto de extinguirse en el humedal de Córdoba.
Para citar algunos ejemplos; dentro del grupo de las especies nativas de plantas, se logró detener la reducción poblacional de la Begonia de Pantano (Begonia fisherii), de la Chilca de pantano (Baccharidastrum argutum) y de la Moradita (Stachys pusilla) que son especies herbáceas que cumplen funciones muy importantes sobre las franjas litorales que son los hábitats de las especies adaptadas a vivir en condiciones marcadas por las fluctuaciones periódicas en el nivel de las aguas.
De otro lado, se han visto beneficiados los eslabones primarios de la cadena alimenticia en el humedal dado que las mejores condiciones de transparencia del agua en los sitios donde llegan los dos sistemas de conducción del caudal ecológico, han permitido una recuperación poblacional en los crustáceos y los insectos acuáticos que proveen a su vez alimento a muchas de las aves acuáticas y de bosque que frecuentan el humedal Córdoba. Otro tanto se ha podido apreciar con las bandadas de aves acuáticas migratorias como los chorlitos y los patos canadienses que ahora se concentran en mayor número en los espejos de agua que ahora son más duraderos y que han tenido una tendencia a incrementar su área ahora que algunas especies de plantas invasoras como el buchón de agua adaptadas a aguas muy contaminadas, ahora están regulando su número al existir menores niveles de nutrientes disueltos y más oxígeno en la columna de agua gracias al caudal ecológico.
Sin duda los mayores beneficios se han experimentado con el gradual incremento de las poblaciones de ranas nativas como la Rana Verde (Dendropsopus labialis) y la Ranita Yunque (Hyloxalus subpunctatus), esta última estrechamente asociada a las franjas de la ronda que están protegidas por varios estratos de vegetación arbórea y poseen una cobertura densa de plantas herbáceas conocidas como “Suelda con Suelda”. Se ha podido apreciar que esta especie diurna que emite cantos similares al tañido de una pieza metálica al ser golpeada, ha ido incrementando su presencia en estas zonas de ronda y sus cantos despiertan el interés de los visitantes al humedal. De acuerdo con la información disponible; estas ranitas que no suelen medir más de 2,5 cm y que son parientes de las Ranas Dardo aunque no tienen el veneno defensivo de sus primas de tierras bajas; han encontrado en las rondas densamente forestadas del humedal Córdoba el último refugio para sobrevivir que se ha registrado en los últimos años dentro de los humedales urbanos de donde han desaparecido en tiempos recientes.
Los estudios científicos sobre las Ranitas Yunque (H Luddecke, 2002. MALE AND FEMALE RESPONSES TO CALL PLAYBACK IN THE ANDEAN FROG COLOSTETHUS SUBPUNCTATUS- Amphibia Reptilia) muestran su afinidad por zonas de semipenumbra con extensos mantos de hojarasca y gran cantidad de troncos y ramas de árboles caídos, lo cual coincide con lo que ocurre en el humedal Córdoba donde es común encontrar trozos de troncos agujereados por algunos insectos o por los pájaros carpinteros que hacen sus nidos en los troncos de los árboles viejos de urapán y eucalipto que estaban plantados antes de que en la ronda se adicionaran cerca de 4500 ejemplares adicionales correspondientes a árboles nativos de los bosques andinos.
