Equipo interdisciplinario del humedal de Córdoba

Un derecho colectivo hecho realidad

Los microplásticos, una amenaza invisible en los ecosistemas acuáticos

El auge y la importancia del plástico para la conservación de alimentos, medicamentos y de una enorme cantidad de productos es innegable, sin embargo, con relación a la disposición final de envases y empaques es un enorme fracaso de la humanidad.

Son diversos los estudios científicos con relación al impacto que la mala disposición de los plásticos esta generando en los ecosistemas a nivel global y su afectación en la vida humana y animal. Según “la Universidad de Newcastle (Australia) y WWF, los humanos consumimos cerca de 100.000 micropartículas de plástico al año.” 1

Colector de agua lluvia a través del cual ingresa plástico al espejo de agua del sector 2.

Nuestras ciudades están desbordadas de plásticos, dispersos por doquier, su recuperación y reciclaje todavía es incipiente con relación a las toneladas que se desechan mes a mes, ante una industria que no esta interesada en disminuir la producción de resinas plásticas. Así mismo, ni el sistema de salud ni las instituciones están tomando medidas para determinar como los microplásticos presentes en organismos vivos pueden generar enfermedades.

Además, los ecosistemas acuáticos, entre ellos los humedales, reciben todos los días toneladas de plásticos que ingresan a los cuerpos de agua, se desintegran en micropartículas, son consumidos por la fauna silvestre y se acumulan en su organismo. Hasta cuándo podrán resistir esta nociva interacción, nadie lo sabe.

La vida acuática registrada en los 17 humedales de Bogotá, continúa condenada a convivir con el microplástico, a pesar del gran negocio en que se convirtió retirar los residuos sólidos de estos ecosistemas; porque siempre quedará mucho de este material enredado en la vegetación, el suelo o entre el agua, desintegrándose en micropartículas, que al final serán imperceptibles a la vista.

Chorlito patiamarillo menor (Tringa flavipes), en uno de los espejos de agua junto a residuos plásticos.

Más inquietante lo es que, hoy al no ser una prioridad de salud pública, en los estudios de calidad de agua que contratan las instituciones estatales, no se incluye la variable: cantidad total de microplásticos. Por lo cual seguimos ignorando que tan grave es la dimensión de esta amenaza.

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