La celebración del día de los humedales nos permite recordar la importancia de estos ecosistemas, vitales para mantener el equilibrio ambiental a nivel mundial. Pero no hay que olvidar la inmensa cadena de vida que permite su normal funcionamiento, desde el más pequeño microorganismo hasta el mayor depredador.
Con esta nota quiero hacer un homenaje a la vida que aún se conserva en los humedales de la Sabana de Bogotá, pero que sigue en peligro por la presión humana y el urbanismo sin corresponsabilidad ambiental.
Su variada fauna y flora acuática depende de la calidad del agua, entre más limpia y oxigenada esté mayor diversidad habrá en los humedales, todo lo contrario ocurre cuando las aguas servidas y la contaminación ocupan su cauce y envenena hasta el más pequeño rincón.