Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
En escasas tres semanas de verano, entre finales de diciembre de 2018 y la primera semana de enero de 2019, se secó casi en su totalidad el gran espejo de agua ubicado en el sector tres del humedal de Córdoba (entre Av. Suba y Cr 70G).
Esta zona es de gran importancia por la gran cantidad de aves acuáticas que allí habitan, las cuales estuvieron en grave riesgo de perder su espacio vital. Tinguas de tres especies, patos migratorios, garzas, alcaravanes, ibis y tres especies de chorlitos todos migrantes, dependen de la permanencia de este espejo de agua, el cual les proporciona abundante alimento (pequeños invertebrados acuáticos y plantas), el cual desaparece con la sequía.
Hace un par de semanas el panorama era desolador, ya que sumado al verano, el caudal ecológico, cuyo fin es precisamente compensar la escases de agua en períodos secos, no estaba llegando al sector tres. Prendidas las alarmas desde la comunidad, la Empresa de Acueducto-EAB revisó el sistema de conducción del agua limpia, recién mantenido en diciembre, y encontró que la llave estaba cerrada.
Superado el problema, comenzó a ingresar el agua, fría y de buena calidad, proveniente de la quebrada Santa Barbara, así la recuperación del espejo de agua después dos semanas, ya es más que evidente.
Mantener el caudal ecológico con un flujo constante de tres litros por segundo, es el compromiso firmado en el año 2006 con la EAB, mediante la concertación derivada del fallo de acción popular 0254. Así mismo lo es la descontaminación de los colectores de agua lluvia que provienen del barrio Niza Antigua, cuyo caudal recibe aguas servidas de más de 90 casas, lo que causa que éste espejo de agua se sedimente y pierda la profundidad necesaria para soportar las temporadas de verano. Este es un compromiso incumplido, el cual está generando un evidente daño ambiental.
Nota: En contraste, en el humedal Tibanica se secó por completo la zona dragada en 2010. Y la Empresa de Acueducto de Bogotá todavía no asume la resonsabilidad que le compete, por esta obra de recuperación mal ejecutada, en el componente de ingeniería. Allá no se cuenta con un caudal ecológico que lo recupere.