En la segunda fase de cerramiento que diseñó y contrató la EAB, en el año 2012 para el humedal de Córdoba, estaba incluído el tramo ubicado en el sector uno, en su límite norte, un tramo en el sector dos y otro en el sector tres.
Eran cerramientos necesarios para proteger el ecosistema de actividades humanas prohibidas y negativas para el ecosistema, concertadas en cumplimiento del fallo de acción popular 0254; a pesar de ello, en el caso del sector uno, la Junta de Acción Comunal de las Villas, a través de los dignatarios de aquella época, no lo permitieron y no fue posible su construcción.
Aquella negativa, cuyos argumentos fueron respetados pero no compartidos, ha generado años después un situación de deterioro que estaba pronosticado se iva a presentar. Los habitantes de la calle y la delincuencia común se tomaron esa zona, la cual siempre se ha caracterizado por la casi mínima presencia de los vecinos de los barrios aledaños. Como consecuencia, el impacto en la flora y fauna ha sido mas que evidente, en especial para las aves acuáticas, cuya disminución en especies y en número de individuos ha sido un hecho.
Para los vecinos aledaños al humedal, se ha convertido en una pesadilla que ninguna entidad ha logrado remediar de manera permanente. Es la misma situación que se tenía en el sector dos antes de la construcción del cerramiento en el año 2010, en donde terminada la obra se acabó para siempre el caos que allí reinaba.
Se espera entonces que diez años después de haber perdido la oportunidad de tener este cerramiento, hoy con la nueva contratación de esta obra (Nº 1-01-24300-1339-2022) por parte de la EAB, por un valor de $263 millones, se consolide la recuperación del ecosistema, retorne la calma y la tranquilidad para los vecinos del sector, y regresen las especies animales que fueron desplazadas o eliminadas.
Nota: Según información de la EAB, ya se firmó el acta de inicio con el contratista.