Faltó poco para que una iniciativa muy valiosa, que buscaba aumentar la presencia de insectos polinizadores, se convirtiera en una pobre siembra de plantas exóticas, en su lugar se logró rescatar una planta nativa ya muy escasa en la Sabana de Bogotá.
Se trató de un proyecto que se ganó la organización Defensores Humedal de Córdoba, a través de los presupuestos participativos de la Alcaldía de Suba, en el año 2021, sin embargo, por decisión de funcionarios públicos lo terminó desarrollando un contratista sin experiencia en la intervención de humedales.
Se buscaba la siembra de plantas herbáceas nativas que por su oferta constante de flores con néctar, atraerían insectos como abejorros, mariposas, abejas nativas, moscas y de un ave como el colibrí. Como ya se había advertido desde la comunidad, conseguir las plantas nativas no sería nada fácil y que por lo tanto habría que reproducirlas en vivero.
Por la presión de la comunidad vecina y veedora del humedal, y con la experiencia de los biólogos Luis Jorge Vargas y Robinson Duque, se logró presionar para que el contratista sembrará una buena variedad de Salvias (Salvia), especie nativa, que florece todo el año, muy apetecida por los insectos. Después de muchas reuniones se logró el compromiso para reproducirlas y planear su siembra en ocho módulos ubicados en el sector tres del humedal de Córdoba, en el límite con los barrios San Nicolás y Pontevedra.
Finalmente en agosto de 2022 se alcanzó el objetivo con la siembra de cinco especies diferentes de Salvias, con flores de colores fucsia, rojo, naranja, morada y azul, acompañadas de otras especies como la Dalia nativa, el Yacón, la Uchuva y algunos Tintos. Más otras exóticas, las cuales, obviamente no sobrevivieron.
Dos años después de su siembra, ha sido una enorme sorpresa, descubrir la gran vitalidad de las Salvias, su resistencia al mal clima, a lo difícil del terreno y a la competencia con otras plantas, así como observar que se han convertido en un foco de atracción para los polinizadores. Se verificó la llegada de tres especies de abejorros nativos, dos de ellos que no habían sido registrados en el humedal de Córdoba; la presencia de la abeja Angelita (nativa-sin aguijón); de una importante variedad de mariposas, de moscas polinizadoras, y del colibrí Orejibioleta, todos ellos dueños de los parches de Salvia.