Desde hace varios años existe una discusión relacionada con el grupo de plantas que son consideradas como “invasoras”, algunas de las cuales están presentes en los humedales del Distrito Capital, y que, según recomendaciones de expertos, deben ser eliminadas y controladas.
Pero resulta que quienes promueven esta acción sólo se basan en estudios realizados desde la botánica, completamente desligados de la relación ecológica de estas plantas con la fauna presente en los humedales y otros espacios naturales.
El árbol de Saúco (Sambucus nigra) entre otras especies vegetales como el Junco redondo (Schoenoplectus californicus), la Zarzamora (Rubus floribundus), el Borrachero (Brugmansia arborea) o la Curuba (Passiflora tripartite), son consideradas como invasoras, porque “causan daño a las especies nativas” y por competencia las eliminan de su hábitat, lo cual es cierto, pero cuando estas plantas ya hacen parte de un ecosistema y son utilizadas por la fauna, en especial por las aves, y se desconoce esta relación ecológica, su retiro se puede convertir en un grave error. Acción que causa un impacto no deseado y desconocido por la falta de estudios, los cuales quedaron definidos para desarrollar en la Política Distrital de Humedales y en Planes de Manejo Ambiental.
Décadas de observación de las aves en el humedal de Córdoba y en otros humedales, permiten ratificar que estas especies consideradas como un “problema” son muy importantes para la fauna. El Sauco que por lo general conforma parches extensos y tupidos de vegetación provee todo el año pequeños frutos (vallas) que son aprovechados por muchas especies de aves residentes y migratorias, como turpiales, azulejos, verdecejos, víreos, garrapateros, periquitos, mirlas, cardenales, reinitas y copetones.
El Saúco por su frondosidad y floración exuberante, atrae una gran variedad de insectos, y de paso a las aves que se alimentan de ellos, como varias especies de Atrapamoscas (Sirirís, Elaenias, Pibis, Tiranos norteños, etc), el Cucarachero y endémicas como el Chamicero y el Picocono rufo. También se ha observado que a los murciélagos les gusta habitar en las cuevas que se forman en las arboledas de Saúco. Así como la experiencia que ya completa diez años, con una especie de Tucán Amazónico, que encontró en el humedal de Córdoba la manera de sobrevivir, alimentándose entre otras plantas, de los frutos del Saúco.
Condenar a una especie vegetal como invasora, sin primero estudiar los beneficios y funciones que proporciona en un ambiente natural y además retiralas de los humedales, es por completo irresponsable y contrario al carácter de conservación que prevalece como uso principal en los humedales.