Agua negra contaminada y maloliente, continúa ingresando al hábitat acuático, en donde hasta hace poco la vida animal era muy vital, hoy está diezmada.
Desde agosto de 2024, la Empresa de Agua y Alcantarillado de Bogotá – EAB, le regaló al humedal de Córdoba (humedal RAMSAR) un nuevo tensionante ambiental, un colector de aguas lluvias mezclado con aguas residuales. Reiterando con ello su indiferencia en relación al derecho de contar con un ambiente sano, y además contrarío con lo ordenado en la concertación (lineamiento 2.2) del fallo de acción popular 0254, compromiso que firmó en el año 2006 y que fue avalado por el Tribunal de Cundinamarca.
Esta absurda situación, sucede además con la aprobación de la autoridad ambiental de Bogotá, la Secretaria Distrital de Ambiente-SDA, quien a la fecha no ha hecho lo que le corresponde para mitigar y evitar el daño irreparable, que sobre la vida acuática y el ecosistema se ha generado desde hace ya 15 meses.
En los humedales declarados como sitios RAMSAR el objetivo principal, es la conservación de las aves acuáticas y de los peces, para lo cual el agua limpia y de buena calidad es fundamental para lograr este cometido. Falla entonces, de manera grave, la administración distrital, frente a su compromiso con la conservación de la biodiversidad y la declaración de la emergencia climática en Bogotá, porque sigue incumpliendo sus propias normas.
Nota: A mediados de octubre, la EAB, otra vez con la venía de la SDA, taló un grupo de árboles ubicados en zona de conservación estricta, sin ninguna justificación. Tampoco han entregado argumentos creíbles para justificar este resiente atropello contra el humedal de Córdoba. Como se volvió costumbre nadie responde.
