Equipo interdisciplinario del humedal de Córdoba

Un derecho colectivo hecho realidad

Fue recuperado el nivel de agua en el humedal

Subió de nuevo el nivel del agua y las aves aumentaron en cantidad.

A lo largo de tres años la fauna acuática del sector 2 del humedal de Córdoba, tuvo que soportar las fluctuaciones extremas del nivel de agua, que en verano descendían hasta metro y medio, dejando a la vista enormes playones de lodo.

Este ir y venir del agua era causado por la estructura de control de nivel, construida por la Empresa de Acueducto-EAB a final del año 2014, obra que desde su entrega ya tenía varias filtraciones, las cuales con el paso del tiempo ya dejaban escapar hasta 6 litros por segundo. Alterando con ello la supervivencia de patos, tinguas, garzas, ibis, anfibios, invertebrados acuáticos y peces, quienes a lo largo de casi cuatro años debieron adaptarse a que su ambiente natural cambiara drásticamente, al pasar de tener un enorme espejo de agua a espejos reducidos y fragmentados por bancos de lodo.

Espejo seco y erosionado.

Denunciado el daño ante la EAB, la Secretaría de Ambiente y entes de control, fue contratado el arreglo de la estructura el 30 de diciembre de 2015, con un plazo de ejecución de seis meses, sin embargo, solo hasta mayo de 2018 el contratista cumplió con su deber. Para ello fueron necesarias innumerables reuniones, denuncias adicionales y recorridos en terreno, para que el derecho a un ambiente sano fuera resarcido, a pesar de contar con un fallo de acción popular que así lo ordenaba.

Fue necesario rehacer casi por completo la estructura.

Recuperado el equilibrio hídrico, otra vez con el agua hasta su nivel optimo, el cual hoy garantiza la adecuada supervivencia de la fauna acuática, ha sido muy notorio el impacto positivo. La especie que ha sido el gran indicador de esta situación ha sido el Pato Turrio (Oxyura jamaicensis), la cual volvió a colonizar todo el sector dos, ya que por tres años estuvo refugiado en la zona de espejo que no se secaba, ubicado cerca de la avenida Suba.

Hembra y macho del Pato Turrio.

La mala interventoría y la negligencia, llevaron a que situaciones que podían ser prevenidas y evitadas, afectaran de manera sustancial el patrimonio natural de este humedal Bogotano, hecho que puso en riesgo el trabajo de protección y recuperación de 20 años logrado entre vecinos e instituciones. No obstante la lección aprendida, en otros humedales, parece que nunca se van a corregir los daños causados por otras obras de ingeniería, casos humedal Tibanica, El Burro, Tibabuyes y Jaboque.

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