Tal vez pensar en humedales sin aves acuáticas, es tan extraño como pensar en humedales sin agua.
Agua y aves son en esencia los elementos más importantes que protege el tratado internacional de humedales RAMSAR, del cual Colombia hace parte desde 1997.
Es por ello que hoy en la celebración mundial del día de los humedales, es tan relevante resaltar a las aves acuáticas como protagonistas fundamentales en la recuperación y protección del humedal de Córdoba, en especial por la permanente presencia de variadas especies y por el aumento en la población de muchas de ellas.
Cada nueva migración se convierte en un encuentro con diversas generaciones de individuos a quienes su padres traen a estos humedales, en los cuales decidieron habitar mientras transcurre el invierno del norte. Así mismo, los que nacieron durante el verano anterior, llegan por primera vez a los espejos de agua que los acogerán por años.
Es así, como en el tiempo en que transcurre la migración, es posible observar la pacífica convivencia que se presenta entre las aves acuáticas migratorias y las aves acuáticas residentes, en los espejos de agua, playones, islas y vegetación de las orillas (franja litoral). Se trata de un período de tiempo en el cual la vida acuática se torna exuberante y se convierte en un gran evento natural que vale la pena presenciar.