Equipo interdisciplinario del humedal de Córdoba

Un derecho colectivo hecho realidad

Como en un instante, se pierden catorce años de restauración ecológica

La recuperación de un hábitat acuático degradado, es complejo y costoso, sin embargo, en los humedales de Bogotá hay experiencias positivas que han logrado potenciar la vida silvestre.

Así ha sucedido en los humedales de la Conejera, El Burro, La Vaca, Capellanía, Guaymaral y Córdoba, en donde se ha logrado que la vida acuática habite de nuevo estos espacios. A pesar de ello, sigue latente una variable que, al final, termina por eliminar el impacto positivo que se logra conseguir con este tipo de intervenciones, es la contaminación del agua.

Un ejemplo reciente está sucediendo desde el mes de agosto de 2024, en el humedal de Córdoba, en un hábitat acuático que fue rehabilitado en el año 2010, el cual se convirtió en un relevante espacio para las aves acuáticas, migratorias y residentes, incluso con la presencia de dos especies de peces, Guppys (Lebistes reticulatus) y Carpas (Cyprinus carpio).

Toda esta riqueza natural comenzó a perderse desde el momento en que la Empresa de Agua y Alcantarillado de Bogotá construyó y habilitó el funcionamiento de un colector pluvial, porque en lugar de sólo transportar agua lluvia, también lleva una enorme carga de aguas residuales, provenientes de conexiones erradas de varias viviendas del barrio Niza Sur.

Lo primero que afecta el agua contaminada es a los microorganismos, la base alimenticia de muchas aves. Por ejemplo, a las pulgas de agua, crustáceos (imagen de la derecha).

Este ingreso de agua sucia, compuesta de grasas, residuos de hidrocarburos, coliformes fecales, detergentes y otros contaminantes, ya está causando estragos, los peces ya no están porque necesitan agua de buena calidad para vivir; de paso las aves pescadoras, de las cuales había registro de cinco especies (Ardea alba, Nycticorax nycticorax, Butorides striata, Butorides virescens y Nannopterum brasilianum), ya casi no se observan; el pato migratorio de Norteamérica (Spatula discors) y el pato residente y endémico (Oxyura ferruginea andina) ya se fueron de allí. Y están en riesgo progresivo la rana sabanera (Dendropsophus molitor) y la rana campana (Hyloxalus subpunctatus, endémica), habitantes permanentes de este nicho ecológico. Ni hablar de la perdida de la microfauna. Esta biodiversidad, fue además registrada en un estudio contratado por la EAB, en el año 2022 y entregado en enero de 2023, en el documento “Evaluación del Componente Biótico”.

Hasta ahora la respuesta de la EAB, cuya negligencia en este caso es total, ha sido la de culpar a los vecinos mal conectados e insinuar que el agua contaminada proviene del mismo humedal. Configurando un grave incumplimiento con el compromiso firmado en la concertación del fallo de acción popular 0254, consistente en eliminar, con carácter prioritario, la contaminación del agua que llega al humedal a través de los colectores pluviales. En su lugar, llevó un nuevo vertimiento.

Este nuevo colector envenenado ya lleva cuatro meses alterando la dinámica natural que había sido recuperada por la misma EAB, hace 14 años, y que poco a poco viene eliminando la biodiversidad y alterando el equilibrio ecológico en este espejo de agua y sus zonas litorales.

El pato Turrio, quien había colonizado este espacio, se fue al percibir el cambio en la calidad del agua a la que estaba acostumbrado.

La respuesta y solución de parte de la EAB y de la Secretaria Distrital de Ambiente, la autoridad ambiental, para frenar este ecocidio ha sido nula, no ha pasado nada y todo se está quedando en burocracia y descoordinación institucional.

En contraste, la Magistrada Amparo Oviedo Pinto, del Tribunal de Cundinamarca, en auto del 30 de octubre de 2024, dijo:

“No obstante, subsisten los problemas de contaminación y por esta razón, con el fin de garantizar la protección de los derechos colectivos amparados en la acción popular, y en atención a los aspectos integrales de la sentencia, el Tribunal encuentra necesario instar, a las entidades accionadas, en especial a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá ESP, para que en coordinación con la Secretaría Distrital de Ambiente (entidad responsable de la administración de las Reservas Distritales del Humedal), adelanten y continúen las iniciadas acciones conducentes a la descontaminación plena del humedal de Córdoba, y se terminen aquellas obras que se encuentran inconclusas. Toda actividad o acción será socializada a las comunidades y a las ONGS, quienes, seguirán vigilando el cumplimiento de la sentencia por parte de las entidades accionadas. Ninguna acción será aislada y requiere de la participación de las comunidades que vienen cumpliendo su rol de control ambiental en el Humedal de Córdoba y su derecho de participación en las cuestiones que los afectan.”

Seguimos esperando que las instituciones cumplan.

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